Capitulo
2: La Prueba
Kosuke que estaba en ese escenario tan
extraño, tan irreal y escuchando a un caballito de mar. Él aun seguía pensando
que sería una pesadilla, ya que, que le ocurrieran tantas cosas tan extrañas en
un mismo día y tan seguidas, era imposible.
- ¿Qué es lo que debo hacer para
superar la prueba?
- Joven, debes saber que si mueres en
la prueba, morirás en tu mundo también, no tengas prisa y atiende mis palabras-
respondió el ente.
Kosuke estaba algo inquieto, pues si
no se daba prisa podrían matar a la chica y a él también.
- Atiende bien joven, pues la prueba
que deberás superar no es nada fácil.
-Bien, dime exactamente cuál es el
objetivo de la prueba y la superaré- dijo Kosuke convencido.
- Deberás superar mi laberinto acuático
y encontrar una reliquia: “el zafiro”, que esta al final de este. Como podrás
observar el laberinto que yace bajo nosotros tiene algas marinas que forman sus
paredes, desde aquí es imposible ver el camino correcto, pues deberás confiar
en tu sentido de la orientación y guiarte por las corrientes acuáticas para
descubrir el camino correcto. Para ser el heredero de este poder, has de poder
superar la prueba impuesta.
-Entiendo, entonces comencemos con la
prueba ya, mi compañera está en grave peligro.
-Las prisas no son buenas, aun debes
saber una cosa más.
-¿Son más de una prueba?- contesto
Kosuke nervioso
- No. Tan solo has de conseguir el
zafiro para concluir la prueba de valor. Pero has de saber que el tiempo para
realizarlo no es ilimitado. Dentro del laberinto para evitar morir ahogado hay
unas pequeñas zonas donde podrás asomar la cabeza y tomar un poco de aire, por
estas zonas será imposible salir aquí donde estamos ahora mismo, la única
salida es cogiendo la reliquia. El tiempo que tienes para realizar la prueba es
de 15 minutos, si en ese tiempo no has conseguido llegar al final y obtener el
zafiro, serán liberadas unas bestias acuáticas que irán a por ti.
-Por eso es que la prueba es de vida o
muerte… entiendo –dijo Kosuke en tono serio.
-Solamente hay una oportunidad, vivir
o morir, todo depende de ti.
- Si no consigo guiarme bien podría
perderme por este gran laberinto, debo concentrarme -dijo con los ojos cerrados
mientras cogía aire.
Tras unos cortos segundos de mentalización
para Kosuke, añadió:
-Comencemos ya con la prueba, ¿dónde
está la entrada?
El ente cerró los ojos y de su pequeña
boca salió un halo de luz que apuntaba hacia el
laberinto. De allí salió una trampilla.
-Debes abrir la trampilla y entrar por
ella. Dentro está inundado de agua y, una vez dentro, comenzara a contar el
tiempo en tu contra. ¿Estás listo?
-¡SÍ! Vamos a ello- respondió con
fuerza Kosuke mientras hacía
estiramientos.
- Muy bien. ¡Adelante, forja tu
destino joven!- concluyó el ente.
Kosuke se acercó a la trampilla, tomó
aire y se lanzó al agua para comenzar la prueba.
Estando dentro del laberinto, que
estaba sumergido, empezó a nadar e ir por los caminos que él creía que serian
correctos para llegar a alcanzar la reliquia. Cada vez que veía una abertura
donde poder tomar aire, se paraba lo justo, para seguir adelante. El ente a
medida que avanzaba por el laberinto le iba informando de varias cosas.
- Joven, llevas medio recorrido
realizado. A partir de aquí puede que el camino correcto no se pueda apreciar a
simple vista.
-¿Qué querrá decir con esto? – Pensó
Kosuke
Siguió adelante sin entender las
palabras del ente. Unos pocos minutos después, de dar varias vueltas, se
preguntaba.
- No entiendo nada, parece como si
estuviera dando vueltas por los mismos pasillos todo el rato.
En ese instante recordó las palabras
que le había mencionado anteriormente el ente.
-¿Podría ser que haya un camino oculto
en estas paredes?
A partir de ese instante, Kosuke, iba tocando las paredes en busca de algún
interruptor, palanca o puerta secreta, para poder seguir avanzando. Pero el
tiempo se iba consumiendo y estaba a punto de llegar a su fin.
-Joven, el tiempo de la prueba está
llegando a su fin, eso quiere decir que en cuanto se agote el tiempo previsto,
aparecerán donde comenzaste el laberinto, los seres marinos, que irán a devorarlo.
Le quedan 7 minutos.
Kosuke tras la advertencia se puso
nervioso, pues le quedaba medio camino aun, y no había encontrado la palanca
para avanzar. Fue a tomar aire, cerró los ojos y empezó a visualizar los
caminos donde tantas vueltas había dado, para ver si por casualidad, recordaba
algo extraño en las paredes. Sin llegar al minuto, recordó que, en una de las
paredes de un pasillo, había un extraño dibujo. Tomó una bocanada de aire y
nadó rápido hacia el dibujo que había visualizado.
Una vez allí, vio el dibujo con forma
de caballito de mar. Kosuke comenzó a palpar la pared y en cuanto presionó el
dibujo vio como esta pared se deslizaba hacia un costado revelando un camino
oculto.
- Bien, sigamos rápido, no me queda
mucho tiempo- Pensó Kosuke
Mientras avanzaba por los nuevos
caminos, Kosuke se dio cuenta que esta nueva zona era un tanto más oscura y el
avanzar se dificultaba. Los únicos lugares con luz era donde habían huecos para
respirar.
- Al parecer en este tramo final, me
privatizan el guiarme por la vista.
El tiempo se agotaba y la prueba se
puso en un punto crítico, pues faltaba menos de la mitad del recorrido y pronto
saldrían las bestias. Él intentaba ir guiándose por las corrientes del agua con
apenas visibilidad, con tan mala suerte que por uno de los pasillos oscuros
noto el tacto de lo que parecía una planta marina que estaba por la pared. Ésta,
al notar el contacto de Kosuke, se movió y rápidamente le comenzó a agarrar el
brazo.
- Urgh... ¿Qué es esto que me está
agarrando el brazo? mierda, aprieta mucho – Pensaba mientras intentaba soltarse
Tras un pequeño forcejeo con la planta
consiguió soltarse de ésta. Después de este ataque pensó que no sería el único
que encontraría en su camino, así que decidió tomar más precaución a la hora de
ir tocando las paredes para guiarse.
Y el tiempo estimado de la prueba
finalizó.
- Debo avisar al joven que el tiempo
de la prueba ha finalizado. Las bestias marinas saldrán en estos instantes,
viniendo por el comienzo del laberinto. Sus posibilidades de conseguir
sobrevivir son del 15%.
Tras escuchar las palabras del ente,
Kosuke empezó a entrar en pánico, su vida corría muchísimo peligro, su corazón
comenzó a latirle muy rápido de los nervios.
- Joder, esto no puede ser, no puedo
morir todavía, no quiero… No… No – Pensaba Kosuke dominado por el pánico
En ese estado,
Kosuke le costaba razonar, la vista se le nublaba por momentos. Intentó
controlar la situación, subió a tomar aire y mentalizarse que aun podía
conseguirlo, que entrar en pánico tan solo haría que su vida terminara allí. Consiguió
calmarse un poco, tomó un poco de aire y se sumergió intentando a toda prisa
encontrar el zafiro.
A medida que avanzaba, los pasillos
iban volviéndose más luminosos, pero tenían más cantidad de enredaderas y más
peligrosas, estas últimas tenían muchísimas espinas. Kosuke estaba muy
magullado e iba dejando un pequeño rastro de sangre.
El cansancio hacia mella en Kosuke, se
notaba que era una prueba de valor difícil de superar, estar sumergido, nadando
a toda prisa, esquivando enredaderas y otros pequeños obstáculos no era nada
fácil.
En una de las aberturas para respirar.
- Arf… arf estoy llegando a mi límite
y debo darme prisa sino me alcanzarán las bestias- dijo Kosuke exhausto.
Se volvió a sumergir para seguir su
camino.
- ¿Las aguas parecen más turbias, como
si hubiera movimiento cerca? –Pensaba Kosuke.
Pero de pronto una extraña presencia
estaba a su espalda, Kosuke notó algo, se volteó y vio que detrás suya, no muy
lejos, había una bestia marina, con una larga mandíbula y con cuatro aletas,
parecía un cocodrilo si no fuese porque tenía esas cuatro aletas.
- ¿¡No puede ser, ya me han encontrado¡?-
pensaba aterrorizado.
Su corazón empezó a palpitarle
rápidamente, entrando en un estado de pánico y locura. La bestia al verlo se
dirigió rápido y veloz a por Kosuke. Él no tenía más remedio que nadar rápido,
más rápido, pero era imposible superar la velocidad de la bestia marina.
-Debo hacer algo o me alcanzara ¿pero
el qué?
Pero ya tenía a la bestia encima, y esta abrió sus fauces y enganchó la pierna
derecha de Kosuke, el cual gritó de dolor tragando gran cantidad de agua. Pero
por suerte mientras luchaba por soltarse de sus fauces, había una enredadera
cerca, la cual notó movimiento cerca y se lanzó a agarrarlos, con la fortuna que
capturó tan solo a la bestia, dejando libre la pierna de Kosuke. Éste se
dirigió rápido a una abertura para tomar aire, donde tosió mucho por el agua
que había tragado.
- Con esta herida mi movimiento bajo
el agua se va a ver mermado, estoy acabado- Dijo presa del pánico.
Una vez un poco más calmado.
-No debo rendirme estoy tan cerca de
conseguirlo, debo vivir, quiero vivir- dijo mientras se le escapaban pequeñas lágrimas.
Tras
estas palabras se sumergió, y miró donde se separó de la bestia, observó
atónito como ésta estaba muerta
en brazos de la enredadera. Su corazón se puso tranquilo al saber que la bestia había caído y que
podría conseguir realizar la prueba.
Siguió por los largos caminos con su
pierna malherida y dejando y pequeño rastro sangriento. Pero consiguió ver que
al fondo de este último pasillo había una gran roca con un gran dibujo de un
Caballito de mar y el zafiro en esta.
- Este debe ser el final de la prueba,
lo conseguí- Pensaba Kosuke alegremente.
Pero se escuchó un fuerte rugido
detrás suya, otra bestia con los mismos rasgos apareció tras Kosuke.
- Esta bastante lejos de mí, creo que
me daría tiempo a alcanzar el zafiro antes de que me alcanzaría.
Kosuke se la jugó a una carta, nadar a
toda prisa a pesar de su herida por alcanzar el Zafiro y cumplir la prueba,
pero la bestia no estaba dispuesta a dejar escapar una presa herida. Se lanzó
rápidamente a por él.
Y cuando Kosuke estaba a punto de
alcanzar la piedra preciosa, la bestia abrió sus fauces para morder la pierna
de Kosuke. De pronto se escuchó un susurro.
- Chasquee los dedos de su mano,
joven.
Kosuke inconscientemente chasqueó los
dedos y sus ojos tornaron a un color rojo carmesí, y cuando su pierna iba a ser
mordida por la bestia, adoptaron forma líquida, evitando el mordisco.
- ¿Qué es esto que ha ocurrido? –
Pensaba asombrado
Se sorprendió de lo ocurrido, y
pensando rápido comenzó a entenderlo todo. Pero aun tenía un peligro enfrente
suya.
- En el estado que estoy, solo me
queda la opción de alcanzar el zafiro, no creo que pueda utilizar más de una
vez este poder- pensaba Kosuke trazando su último movimiento.
La bestia se volvió contra Kosuke, el
cual se lanzó nadando a alcanzar el zafiro. Y el plan de Kosuke falló, las
mandíbulas alcanzaron uno de los brazos de Kosuke, que estaba a escasos metros
de la piedra preciosa. Intentó soltarse de él, golpeándole, apenas con fuerza,
la bestia pretendía arrancarle el brazo, a parte que se estaba quedándose sin
aire. La bestia soltó su brazo. Kosuke sin fuerzas se hundía, casi sin poder
nadar, estando a unos pocos metros de la piedra.
- Me la jugare a cara o cruz – pensaba
mientras su mirada se nublaba.
Chasqueó los dedos, sus ojos volvieron
al color carmesí, y la bestia se lanzó sobre él para
asestarle el golpe de gracia. Kosuke cerró sus ojos y, cuando la bestia estaba
apenas a un metro, realizó un rápido movimiento de mano apuntando con su palma
hacia la bestia, lanzándole una fuerte corriente de agua. Tan fuerte que
arrastró a la bestia contra una pared, dejándola inconsciente.
- Je, lo conseguí… acabé con él…
Sus ojos volvieron a su color
original. Estaba exhausto, sin fuerzas, se hundió inconsciente, quedando en la
roca que yacía el zafiro. En el momento que el cuerpo de Kosuke tocó el zafiro,
apareció una gran luz que consumió todo el
laberinto. A los pocos segundos estaba frente al Ente.
- Has superado la prueba. Por lo tanto
eres merecedor de mi poder, serás un Slicer con el poder del agua.
Debo
advertirle que el uso de este poder consume
gran cantidad tanto de esfuerzo físico como mental. Para poder utilizar su
poder, un Slicer debe cumplir un requisito denominado: el arranque de efecto.
El tuyo será chasquear los dedos de la mano antes de poder usarlo.
-Entiendo, así que con chasquear los
dedos podré utilizar mi fuerza de Slicer- dijo Kosuke impresionado.
-Es hora de que vuelva a la realidad, joven.
Tras esas palabras toda la sala se
iluminó.
- ¡Una pregunta! ¿Qué técnicas y
habilidades tengo?- preguntó Kosuke
- Eso lo deberás descubrir por ti
mismo.
Y con esas palabras, Kosuke volvió a
donde estaba realmente, en el agua de las cloacas, donde el guardia de Temeria
continuaba golpeando a la chica. Kosuke mantenía su forma líquida, pero ya
sabía cómo poder adoptar de nuevo su forma humana. Así que sin dudarlo pasó a
la acción para ayudar a la joven cuanto antes.
El guardia de pronto vio sorprendido
como una cantidad de agua iba adoptando forma humana, de un joven de cabello
corto castaño y con ojos color carmesí. El nivel de agua le llegaba por los
talones.
- ¡Oh! Me parece que hoy es mi día de
suerte, dos pájaros de un tiro, con esto ascenderé seguro- dijo el guardia
mientras se levantaba y tomaba pose de combate.
- Pensemos un poco, ¿qué puedo hacer
con este nuevo poder que he adquirido? No puedo abusar de él o caeré exhausto-
pensaba Kosuke.
-¿Te vas a quedar ahí parado o vas a
intentar huir?-dijo el guardia confiado.
- Bien intentaré una estratagema,
espero que resulte, sino será mi perdición- pensaba Kosuke.
- Veo que no te mueves así que voy a
ir a por ti.
El guardia se dirigió corriendo a la
posición de Kosuke qué rápidamente chasqueo los dedos y controló el agua que
había bajo sus pies disparándoselo al guardia. Éste muy habilidoso esquivó el proyectil,
y le asestó un golpe en la cara. Para su sorpresa, el Kosuke golpeado se volvió
líquido.
- ¿Qué demonios?- dijo el guardia
enfurecido
Atrás suya apareció Kosuke de nuevo y,
chasqueando los dedos nuevamente, controló gran cantidad de agua, realizando
una prisión acuática al guardia, donde este quedó inmovilizado y, al poco rato,
quedó inconsciente por la falta de aire. Kosuke cuando vio que el guardia no se
movía, anuló el poder y con ello el guardia cayó al agua inconsciente. Kosuke
cogió al guardia y lo dejó en tierra, seguido fue a socorrer a la joven que yacía
en el suelo inconsciente y muy mal herida.
- No te preocupes, ahora te llevaré a
un médico- dijo Kosuke preocupado.
Se comenzó a escuchar el sonido de
unas campanas y con ello una melodía muy agradable.
-¿Qué es lo que está ocurriendo? De
repente… me siento como más… cansado… -dijo Kosuke extrañado.
A los pocos segundos Kosuke cayó al
suelo dormido. Y en las sombras se podía observar unos ojos carmesís.
- Se acabó la caza.
Cuando parecía que estaban a salvo
tras vencer a los guardias de Temeria, una extraña melodía deja dormido a
Kosuke ¿Qué les ocurrirá a la joven y Kosuke?
Próximamente:
Capitulo 3: Reclusión
Vale, he de decir que la trama la encuentro muy interesante. Sabes intrigar y sorprender –porque yo me esperaba que pillara el zafiro sin apenas heridas pero le pegan dos bocaos que lo flipa palabra xD- Me gusta. Además, como te he comentado en la correción, me gusta el hecho de que tengan que hacer un gesto para hacer las habilidades ^^ Es ingenioso. Dan ganas de saber qué cosas tendrá que hacer cada uno.
ResponderEliminarAdemás, entra curiosidad por saber cuántos Slicers hay *^* Y cuantos tipos de poderes pueden haber.
Y este último de la música ME GUSTA MUCHO. A ver quién es.
P.D: Quiero un personaje con el que me sienta identificada >_> xD
Sigue así.
Ánimo ^^
Espero el tercero *--*